sábado, 7 de junio de 2008

La juventud en Cuba

Me causó mucha gracia la magnitud que alcanzó el hecho de que un joven estudiante de Informática se parara frente al presidente de la Asamblea del Poder Popular a preguntarle porqué no podía viajar.

“Juventud divino tesoro,
ya te vas para no volver;
cuando quiero llorar no lloroy
a veces, lloro sin querer…”

Rubén Darío

“La Historia pertenece a los ancianos de la tribu,
el presente es tarea de los adultos
y construir el futuro es quehacer de los jóvenes”.

Proverbio de un pueblo originario de la Amazonia


Empezare este ensayo con una historia que se repite en América latina todos los días y en todas las generaciones desde hace mucho tiempo… esta historia también es la historia de un amigo cubano (aunque con un final muy distinto) que cumplió recientemente 78 años, que ahora es feliz en Cuba revolucionaria… está eternamente agradecido con la revolución, pero, ¿Por qué?. Mi amigo es bastante mayor que yo pero cuando nos sentamos a conversar y me relata su niñez yo veo los rostros de los niños que en mi país limpian parabrisas en las esquinas para ganarse unas monedas, que limpian y dan brillo a los zapatos en las paradas de ómnibus, de niños que se montan en los ómnibus vendiendo caramelos y dulces; niños y niñas que van de puerta en puerta ofreciéndose para limpiar la casa de los patrones o hacer algún mandado con la esperanza de poder comer ese día. Veo a niños que no sueñan con jugar con sus amiguitos o ir a clases para aprender a contar o a escribir, son niños que sueñan con un plato de comida y si acaso juntar los suficientes cartones para poder dormir “abrigados” en algún pórtico de la ciudad… los juguetes no existen para ellos, el amor es un anhelo que solo sufren los mas débiles…

Mi amigo empezó a trabajar a los 9 años vendiendo tabacos artesanales en la calle, como él los recuerda “los tabaquitos”, trabajaban él y su padre para mantener a su familia compuesta de 5 personas, con su trabajo y el de su padre apenas le alcanzaba para poder pagar una apartamentito en las inmediaciones del puerto de La Habana con 2 cuartos pequeñitos. Y la luchaban, conquistar dos tazas de arroz y una de frijoles era no solamente una victoria sobre el hambre sino que abría el camino para poder seguir luchando el día siguiente. Unos años después, en sus años mozos, su padre los abandono y quedaron en la calle, los sacaron de su casa por no poder pagar la renta… Cuba también sufrió el flagelo del capitalismo en esa época, si Lázaro Cárdenas había dicho: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, yo lo parafrasearía y diría: “Pobre Cuba, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”…

Como es evidente mi amigo no pudo cursar regularmente sus estudios, apenas si leía y escribía, se dedico a trabajar de lo que pudiera, era uno de esos jóvenes que esperaba su oportunidad de abordar el tren para ir a trabajar en época de zafra de la caña de azúcar, estibaba cargas en el puerto, se empleaba como albañil en las grandes construcciones de los oligarcas entreguistas cubanos de ese tiempo… hasta que con 28 años recibió la noticia de que un mundo nuevo comenzaba, era el 1ro de Enero del año 1959, un abanico de posibilidades se abría para él y para otros tantos cubanos en su situación.

Con la revolución pudo completar sus estudios, se recibió de profesor de filosofía, fue a ayudar a los chicos del campo que compartían su misma suerte, la revolución le brindo una casa para él, su madre y sus hermanas, servicios médicos, un trabajo para ganarse el pan con lo que le gusta hacer, con la revolución pudo conocer el mundo fue comisionado por sus superiores para adquirir equipos en el extranjero… mi amigo a pesar de su edad aun sigue trabajando, yo le pregunto ¿Por qué? Y me responde que aunque trabajara 100 años considera él que no podría pagar ni demostrar su agradecimiento al compañero Fidel y a la revolución.

Un tema recurrente en nuestras conversaciones son los jóvenes cubanos. Esta juventud dista mucho, pero mucho de ser una juventud que apoye el trabajo de los compañeros adultos como mi amigo, que sean la vanguardia que necesita un proceso revolucionario. Con la juventud actual de Cuba corre peligro la continuidad de este hermoso sueño de sus padres.

Es la juventud cubana una juventud altamente reaccionaria, alienada, a politizada, amoralizada, eurocentrista, xenófoba con nosotros los compañeros latinoamericanos, elitista, malagradecida con una dirigencia histórica que se jugo la vida incontables veces para que pudieran tenerlo todo, con todo me refiero a que en este país no existe un niño que no este cubierto con un plan médico completo, que no tenga hasta los 7 años su ración de leche diaria, la educación totalmente cubierta, gratuita y de calidad hasta el nivel terciario. Y sin embargo, cuando la revolución pide voluntarios para ir a salvar cosechas de papas para la comida de todo el pueblo, estos jóvenes rechazan rotunda e iracundamente el deber de contribuir al país. En mi facultad solicitaron para la recolección de papas 80 voluntarios, tan solo 80, pero no se presentaron ni siquiera la mitad, en la marcha del 1ro de mayo pasado marchó apenas un contingente ínfimo cuando también esa es la marcha del pueblo combativo.

Me causó mucha gracia la magnitud que alcanzó el hecho de que un joven estudiante de la UCI (Universidad de Ciencias Informáticas) se parara enfrente del presidente de la Asamblea del Poder Popular a preguntarle porqué no podía viajar, y planteó la pregunta en su caso exclusivo. Pobre joven, acaso no sabe que son los poseedores, los oligarcas y burgueses los que viajan por el mundo y que un joven normal del tercer mundo en lo último que piensa es en viajar, antes bien tiene que preguntarse qué va a comer el día de hoy, no llegar tarde al trabajo para no perderlo, prepararse para tomar una clase por la noche, cómo va a pagar la universidad, la renta y la comida a fin de mes. Lo triste es que la mayoría de los jóvenes cubanos no piensan como nosotros los “indiecitos culturosos con taparrabos” como más de una vez me llamaron acá por ser estudiante latinoamericano y con facciones indígenas, ellos piensan en ir a comprar ropa a París o Milán, pasar unas vacaciones en Londres o en el Mediterráneo, poseer un teléfono celular o un carro…

¿Donde quedó esa juventud que construiría la nueva vida, que lucharía por la igualdad?, esa juventud que fue educada en la solidaridad y el internacionalismo. Los jóvenes estudiantes ven en el internacionalismo solo la oportunidad de salir del país, en la solidaridad del comandante la oportunidad de menoscabar la dignidad de otros pueblos que sufren… no señores, el cambio en la mentalidad de esta juventud se presenta como un objetivo prioritario… Pero uno como extranjero no puede decir nada, después de todo la revolución, esta hermosa utopía es el legado de los mayores de este pueblo y si así lo desea esta juventud puede destrozarla, matar este bello retoño que apenas esta creciendo.

Conversando con mi amigo siempre concluimos en los siguientes dos puntos: esta juventud es así porque tuvieron todo siempre, porque los niños siempre fueron la prioridad de la revolución, el estado siempre se comportó de manera paternalista, es un estado que les paga un sueldo por encima de todas las oportunidades que tienen para que estudien, que no conocen el trabajo sino hasta los 25 años con un titulo universitario y con un puesto acorde a su preparación académica. Tienen de todo pero no aportan en nada.

Y la otra conclusión, antes bien que una conclusión es un anhelo que tiene mi amigo, es una certeza que lo impulsa a levantarse todos los días para ir a trabajar (puesto que él no tiene hijos): que en el momento decisivo, en el momento más duro, estos jóvenes podrán por una vez en su vida tomar las decisiones correctas y apoyar a la clase dirigente, verter la sangre si es necesario por la Cuba socialista, por una Cuba con igualdad de oportunidades para todos.

El autor es estudiante latinoamericano en Cuba

No hay comentarios: